miércoles, 7 de abril de 2010

Chistes graciosos de campesinos


La regla de las Tres Patadas

Un abogado sale al campo a cazar, y tiene la suerte de bajar un pato con el primer tiro. La pena es que el pato cayó en un sembradío al otro lado de la cerca. Ya se trepaba a la cerca, cuando se le acerca un viejo granjero en su tractor.
- Qué está haciendo? ... estas son mis tierras.
- Bueno, lo que pasa es que cacé un pato y cayó en su tierra.
- Lo siento, pero no puede llevárselo --le dice el granjero.
- Soy un gran abogado. Le voy a hacer un pleito y voy a quedarme hasta con su tierra si no me deja entrar a recoger mi pato --amenaza el abogado.
- Aquí en el campo, resolvemos las cosas de otra manera --le informa el viejo-- Aplicamos la Regla de las Tres Patadas.
- Y que es la Regla de las Tres Patadas? --pregunta el abogado.
El viejo explica:
- Yo lo pateo tres veces; Ud. me patea tres veces; yo lo vuelvo a patear, y así hasta que alguien se de por vencido.
El abogado viendo que el granjero era viejo y que él estaba en forma, aceptó las reglas.
- Está bien, empecemos --dijo el abogado.
El granjero se bajó del tractor y sin más, con sus buenas botas del trabajo, le dio una tremenda patada en la rodilla al abogado; antes de que se doblara, le encajó otra en los huevos, y cuando el abogado se retorcía de dolor, le encajó un soberano patadón en el culo.
Al cabo de 5 minutos, el abogado con mucho esfuerzo, se levantó y dijo, saboreando la venganza:
- Ahora me toca a mí... !!!
- No se moleste... --le dice el viejo-- ...llévese su pato, me doy por vencido.



Un campesino va sobre su asno cuando de pronto pasa un Ferrari a una gran velocidad, más adelante el campesino ve el Ferrari parado y aprovecha para hacerle una pregunta al conductor:

¿Cómo es que ese carro corre tanto?

-Eso es debido a que está pintado de azul y verde, le contesta el conductor aprovechándose de la ignorancia del campesino.

Una vez que llega al pueblo compra dos latas de pintura azul y verde para pintar su asno, cuando el campesino le lanza la pintura azul al animal, éste se incorpora debido al picor que produce en la piel y sale disparado por el camino.

El campesino lo observa y dice:¡Y eso que todavía le falta la pintura verde!




Va pasando un granjero y le pregunta a uno que esta sentado:

Señor, ¿Sus vacas fuman?

Y el hombre contesta:No, mis vacas no fuman, ¿Por qué usted me pregunta eso?

Ah, pues si sus vacas no fuman se está quemando el establo.



Se encuentran dos campesinos y uno dice:

-Yo tengo un loro que dice "papa".

Y el otro le contesta:

-Y yo tengo una lata que dice "arvejas".

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