martes, 6 de julio de 2010

Chistes judios para morirse de risa


Un judío se compra un Audi TT nuevecito y sale a mostrárselo a sus amigos.
Llega, se estaciona, abre la puerta para salir y en ese momento pasa un camión a toda velocidad y se la lleva por delante.
El judío se baja del carro y empieza a maldecir como un loco. Coge el móvil y llama a la policía, la cual llega inmediatamente.
- ¡¡¡ MI AUDI TT RECIÉN SACADO DEL CONCESIONARIO Y MÍRELO !!! ¡¡¡Un animal me ha arrancado la puerta y, y… !!!
Y sigue maldiciendo hasta que el policía le dice:
- Pero, señor, ¿cómo puede ser usted tan materialista? ¿no se ha dado cuenta de que el camión, cuando se llevó la puerta, también le arrancó el brazo desde el codo?
El judío se mira el muñón atónito y grita…
-¡¡¡¡Maldición !!!! ¿Dónde está mi ROLEX?

Josué llama desde Tel Aviv a su hijo Isaac que emigró a Nueva York y le dice:
- Lamento arruinarte el día, pero tengo que informarte que tu madre y yo nos estamos divorciando, cuarenta y cinco años de sufrimiento es suficiente.
- Papi, ¿de qué estás hablando? ¡Y justo antes de las fiestas!, grita el hijo.
- No podemos soportar seguir viéndonos, le contesta el padre. Estamos hartos el uno del otro, y estoy cansado del tema, así que es mejor que tú llames a tu hermana Isabel en Chicago para contárselo; y cuelga el teléfono.
Desesperado , el hijo llama a su hermana quien explota en el teléfono:
- ¿Cómo que se están divorciando? ¡Yo me voy a hacer cargo del asunto!
Inmediatamente la hija llama al padre y le dice:
- !Ustedes no se van a divorciar!. No hagan nada hasta que yo llegue. Ahora mismo vuelvo a llamar a mi hermano y vamos los dos para Tel Aviv. Hasta entonces no hagan nada ¿Te has enterado bien?
El padre deja el teléfono, mira a su esposa y le dice:
- Muy bien María, todo ha salido perfecto… Los dos vienen para las fiestas y… !!!!se pagan los billetes…!!!!


Los Mandamientos


Dios le preguntó a los Romanos:
- Ustedes quieren un mandamiento?
- Cuál sería el mandamiento, Señor?
- ¡No matarás!
- No, gracias. Eso interrumpiría nuestras continuas conquistas.


Entonces Dios le preguntó a los Egipcios:
- ¿Ustedes quieren un mandamiento?
- ¿Cuál sería el mandamiento, Señor?
- ¡No cometerás adulterio!
- No, gracias. Eso arruinaría nuestros fines de semana.


Dios entonces les preguntó a los Sirios:
- ¿Ustedes quieren un mandamiento?
- ¿Cuál sería el mandamiento, Señor?
- ¡No robarás!
- No, gracias. Eso arruinaría nuestra economía.


Y así Dios fue preguntando a todos los pueblos hasta llegar a los Judíos:
- ¿Ustedes quieren un mandamiento?
- ¿Cuánto costaría?
- Es gratis.
-Entonces mándanos diez……………

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