martes, 1 de diciembre de 2009

Chistes de doble sentido


Japones en el hospital

Un señor fue a visitar, en un hospital, al vecino japonés, víctima de un grave accidente automovilístico. Encontró al amigo japonés todo entubado, era tubo por aquí, tubo por allá, cables por todos lados.

Se quedó allí parado, en silencio, al lado de la cama del amigo de ojitos cerrados, sereno, reposando con todos aquellas mangueras conectados a su pequeño cuerpo.

De repente, en un momento dado, repentinamente, el japonés con los ojos casi fuera de órbita, grita:
"¡¡¡ SAKARO AOTA NAKAMY ANYOBA, SUSHI MASHUTA!!!"

Dicho eso, suspiró y murió.

Las últimas palabras del amigo amarillo quedaron grabadas en la mente del tipo.

En el último día del novenario, después de la misa por el fallecido, el tipo a la madre del difunto y a la viuda y abrazándolas les dice:

- Doña Fumiko y doña Shakita, mi amigo, Fuyiro, segundos antes de morir, me dijo unas palabras que no consigo olvidar:"¡¡¡SAKARO AOTA NAKAMY ANYOBA, SUSHI MASHUTA!!!".
¿Qué quieren decir?

La madre de Fuyiro se desmaya casi al instante y la viuda lo mira asustada y el tipo insiste:

- ¿Qué quieren decir esas palabras, señora Shakita?

La viuda lo mira con rabia y le responde:

- Quiere decir exactamente:"¡¡¡NO PISES LA MANGUERA DEL OXÍGENO, HIJO DE PUTA!!!"


La sinceridad

El hijo más pequeño de un matrimonio encuentra al padre fornicando con a la sirvienta.

El niño fue y le contó a la madre lo que había visto, la madre se tragó la ira y le dijo:
-'No digas nada hasta que yo te diga.'-

Días más tarde vino el cumpleaños de la abuela y fueron a la fiesta todos los parientes que eran como setenta.
En lo mejor de la fiesta aparece la madre del niño y le dice a todos:

- ¡Silencio por favor que Pablito les va a contar una historia! -

Como todo el mundo suponía, esperaban alguna obrita de teatro, algún cuento infantil o algo parecido. Resulta que Pablito empezó diciendo:

- La semana pasada papá entró a la habitación donde la muchacha del servicio estaba limpiando; la abrazó, la besó, le quitó toda la ropa . . . -

Por supuesto todo el mundo se dió vuelta a mirar al padre que a esa altura ya estaba más colorado que nada, pero el nene siguió contando:

- Después de quitarle la ropa, se quitó el también toda la ropa, se acostaron y después papá le empezó a meter . . . a meter . . . la cosa esa . . . es que no me acuerdo como se llama . . .

Y mirando a la madre que tenía una cara de triunfo, le pregunta:
Mami ¿¿¿como es que se llama esa cosa que tu siempre le chupas al vecino del frente???-



El señor Perez


Era la hora de la comida y la esposa del señor Pérez le hizo una petición: fíjate que mi comadre y varias amigas me ha recomendado mucho el cabaret que esta en el centro, dicen que está fantástico y tengo muchas ganas de ir, ¿vamos?.

El señor Pérez, hombre muy trabajador y con múltiples obligaciones se negó.

Fueron varias noches con sus días hasta que por fín la esposa lo convenció.


Aquella noche salieron en un taxi rumbo al mencionado tugurio, a la entrada los recibe el encargado de seguridad: buenas noches, ¿qué tal le va esta noche señor Pérez?.

Incrédula, la esposa le pregunta: ¿Te conoce?. Si, responde el señor Pérez, fuimos juntos a la escuela.


Llegan al guardaropa para dejar sus abrigos y la encargada los saluda: Bienvenidos, ¡déjeme su abrigo señor Pérez!.

De nuevo la esposa lo cuestiona: ¿Y ella por qué te conoce?.

Antes trabajaba en la oficina de secretaria.


Ya sentados se acerca el mesero: Buenas noches, ¿lo de siempre señor Pérez?.

La esposa no lo puede creer y molesta le pregunta: ¿Acaso ya habías venido a este lugar?.


¡ Como crees, de seguro que me está confundiendo con otro. !


El show da comienzo puntual a las once de la noche, un grupo de bailarinas comienza el espectáculo, todas vestidas con unas faldas tan cortas que no dejaban nada a la imaginación, la mas guapa se baja del escenario sin dejar de cantar y se dirige al señor Pérez, le da la espalda y se inclina para que le queden justo a la altura de su rostro aquellas divinas prominencias con las que se suele sentar la gente y dice:

¿De quién son estas pompitas?.

Y todas las demas a una sola voz gritan: ¡Pues del señor Pérez!, y todos se ponen de pie y comienzan a aplaudir lo cual pone realmente furiosa a la esposa y casi a arrastrándolo saca de quel lugar al señor Pérez insultándolo a mas no poder, pide un taxi el cual ya estaba ahí parado y no dejaba de insultarlo a lo que el taxista interrumpe:

¡A que señor Pérez, esta vez agarró una vieja bien brava y no como las demás!



PEDIR UNA PIZZA EN EL FUTURO.............NO MUY LEJANO POR CIERTO!!

Lo que sigue es una descripción de lo que puede llegar a ser el encargar una pizza en los EEUU en el año 2008.

El corresponsal desde USA agrega que este diálogo imaginario sería muy gracioso... de no ser que de seguir así las cosas se volverá absolutamente real.

OPERADOR: Gracias por llamar a Pizza Hut. ¿Puedo tener su Número de Identificación Nacional?

CLIENTE: Este... es que yo solo quiero encargar una pizza...

OPERADOR: Pero para es o yo debo tener su Número de Identificación Nacional.

CLIENTE: Bueno... mi número es... espere... 610 2049998 - 45 - 54610.

OPERADOR. Gracias, Mr. Sheehnan. Veo que Usted vive en 1742 Meadowland Drive, su teléfono particular es el 494 2366, su oficin a está en Lincoln Insurance con teléfono 745 2302, y su celular es el 266 2566. Y usted está llamando, veo, desde su casa.

CLIENTE: Es realmente cierto... pero ¿de donde saca toda esa información?

OPERADOR. Es que estamos conectados a la HSS.


CLIENTE: ¿Y eso que es?

OPERADOR. El Sistema Nacional de Seguridad. Esa conexión agrega tan solo 15 segundos al tiempo de cada pedido. Bueno, ¿que pizza quiere?

CLIENTE: Quisiera dos de sus "All meat special pizza".

OPERADOR: No creo que sea una buena idea, señor...

CLIENTE: ¿Como? ¿Que dice?

OPERADOR: Señor, sus informes médicos y otros sensores nos indican que Usted es hipertenso, y lo que es mas, su colesterol y triglicéridos ya duplican los valores aceptables. El Seguro Nacional de Salud no nos autoriza a venderle algo que constituye para usted una elección muy peligrosa.

CLIENTE: Pero... ¿y que me recomienda?

OPERADOR: Lo ideal para Usted sería nuestra "Low fat " pizza de soja. Le aseguro que le encantará.

CLIENTE: ¿Y porque se imagina que eso puede llegar a gustarme?

OPE RADOR: Es que vemos en pantalla que la semana pasada Usted consultó en una biblioteca pública el libro: "Porotos de soja para el gourmet". Por eso le sugerí la pizza de soja.

CLIENTE: Bueno, en fin... Mándeme dos, de tamaño familiar.

OPERADOR: Perfecto. Eso será suficiente para Usted, para su esposa y sus dos hijos. Y las sobras servirán para alimentar a sus dos perros. El total es 49.99 US$.

CLIENTE: Bien, tome el número de mi tarjeta de crédito...

OPERADOR: Lo siento, señor. Deberá pagar en efectivo. Vemos que su crédito en la tarjeta VISA está totalmente excedido.

CLIENTE: No se preocupe, hasta que lleguen iré al cajero para sacar el efectivo.

OPERADOR: No creo que sea posible, señor. No podrá sacarlo pues también ya excedió el límite del efectivo disponible.

CLIENTE: Venga igual. Tengo conmigo el efectivo necesario en casa. Y tenemos hambre, ¿cuanto demorarán?
OPERADOR: Estamos un tanto demorados, unos 55 minutos aproximadamente. Veo que está cerca, si usted quiere puede retirarlas personalmente, aunque ignoro si tiene ganas de cargar pizzas en una moto.

CLIENTE: ¿Y como sabe que no iré en auto?

OPERADOR: Me aparece que, dado que usted se demoró en el pago de las cuotas, su automóvil fue incautado por el vendedor hace dos meses. En cambio su moto Harley ya está pagada y usted llenó el tanque ayer por la tarde.

CLIENTE: Pero, por que no se van a la #&%#º/()=@@!!!!

OPERADOR: Yo le aconsejo, señor, que modere su lenguaje. Veo que fue denunciado por un policía de tránsito hace 14 meses por insultarlo y... ah, sí... veo que un juez lo condenó a pasar tres meses en prisión por igual delito... Y salió hace dos semanas... ¿Son estas las primeras pizzas que encarga desde que salió en libertad?

CLIENTE: .... (sin habla).
OPERADOR: ¿Algo mas, señor?

CLIENTE: Sí. Tengo el cupón de un aviso de Uds. por una Coca Cola de 2 litros sin cargo.

OPERADOR: Lo siento, pero nuestro aviso, en la letra pequeña, incluía una cláusula que indicaba que estamos inhibidos de ofrecerle gaseosas a diabéticos, tal como la Constitución recién sancionada lo indica. Y usted aparece en un reciente chequeo con un principio de diabetes. Muchas gracias...


En una fiesta se acerca un mesero a ofrecerle más whisky a una muchacha:
- Madame, ¿gusta otra copa?
- No, gracias, me hace daño para las piernas.
- ¿Se le adormecen?
- No, se me abren!

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